DON DEL AGUA

La historia de Don del agua no puede escribirse con un solo registro, de una sola manera. Tatiana Goransky se vale
para narrarla de los diarios de viaje o de las novelas de enigma; del discurso de investigación del periodismo, de
la magia difusa de las fábulas o de la precisión racional de los estudios antropológicos. Las supersticiones y los
métodos conviven y se disputan en una historia que transcurre tanto en la realidad reconocible como en el mundo
fantástico de los tesoros escondidos. Porque lo narrado se multiplica en las formas de narrar y la literatura al fin
de cuentas es lo único que importa.

Martín Kohan

La cristalina fluidez de la prosa de Goransky y el estilo impecable invita a pensar en autores como
Marcelo Cohen o César Aira.

El Mundo, España

El tempo, el manejo de la cadencia, las estructuras que dan lugar a los solos, los silencios y los textos corales se
entretejen armando melodías y estructuras narrativas, claro ejemplo de escribir explorando el mundo como si se
desentrañara parte de su misteriosa partitura.

Diario de Girona, España

Antes que nada, Don del agua es una novela de aventuras, con todas las letras como pide el pueblo y escasea
últimamente, como si la más mínima gota de realismo desencadenara, necesariamente, el gobierno absoluto de la
verosimilitud y el aburrimiento. Acá, sin embargo, hay bastante de maravilloso, pero de la mejor tradición, la de los
cuentos juveniles entre la fantasía y el terror, aunque dejarla en ese lugar sería encasillar una novela que tiene
mucho más para dar, sobre todo porque está atravesada no sólo por la tragedia, esa mezcla de destino divino y
maldición humana, sino por una serie de lenguajes y discursos que suman, la agrandan
y la convierten en una historia emocionante.

Página 12

Don del agua es una novela hermosa. Húmeda por donde se la lea. Tiene palabras que conjuran el aburrimiento:
rabdomante y zahorí. Aunque Don del agua podría ser la historia de un barco, de una familia o del mar, es la
historia de dos hermanos, de uno que tenía buena suerte y de otro que necesitaba ser supersticioso.

Sebastián Chilano

SINOPSIS

Don del agua narra la historia de una saga maldita, la de un rabdomante albino y sus dos hijos varones: un
capitán de barco empecinado en dominar la respiración subacuática y un buzo obsesionado por
encontrar un tesoro imposible.
La autora entreteje con maestría varios registros discursivos que van desde la novela de misterio y el cuaderno
de bitácora, hasta la crónica periodística y el género fantástico. Situadas entre la física y la superstición, estas
páginas se expanden con pulso firme y certero.
Goransky traza un universo masculino de conquistadores acuáticos que
se valen de todo para tener el don del agua.

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